Tus manos, tenazas bruscas,
totalmente desconocidas,
violentas, groseras, rudas,
me fuerzan hacia la asfixia,
con dureza cruel y absoluta...
Confío en cómo y cuánto juzgas,
para proteger a tu propiedad,
aunque se sienta herida y sufra,
pero no estoy inquieta Señor,
soy feliz con lo que disfrutas...
Soy tu manantial y tu fruta,
para que bebas mi rocío,
cuando tengas sed de luna,
soy tu cantera y tu yunque,
para que castigues mis culpas...
Tus manos, tenazas bruscas,
totalmente desconocidas,
me hacen conocer la ruta,
mi entrega no tiene límites,
senda de goce y angustias...
ålgåmå®înå
agosto de 2006