Qué tibia frescura dejaste en mi cuerpo mojado,
qué sublime quietud me diste amor, hoy mi amo...
Desenredaste las hebras plateadas de mi manto,
entrando la luz del sol a mi corazón esclavo...
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Qué emoción, qué orgullo, qué felicidad y qué llanto,
qué goce de eternidad al juntar nuestras manos...
Surgiste desde mis brumas del ayer desde tu barco,
para amarrarme a tu puerto, ya hoy, no lejano...
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Qué fuego incandescente y cálido siento en tu regazo,
qué fuerza, qué valor, qué sinceridad en tu abrazo...
Aceptaste mi entrega arrodillada a tus pies descalzos,
levantándome por mi cintura al decirme te amo...
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ålgåmå®înå
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18-08-2005
Hola Sublimes son tus palabras, enmarcadas con el gusto del placer,gracias, un lujo, buena tarde,besos de sinfonía..
ResponderEliminarSiempre un placer las suyas, que dan luz a esta estrellita mustia en el firmamento etéreo...
ResponderEliminarBesos rutilantes. Gracias!
Lejanos suenan los ecos de la espuma, de las olas que zarandeadas por el viento; en su cresta forma. Sutil el aroma de salitre que navega a la deriva... un lugar discreto en el que encontrar la calma. Saludos
ResponderEliminarUn lugar en concierto, la brisa trae humedades sonoras, la arena penetra todas las bahías, las algas pueblan la playa y su aroma en mi piel infinita...
ResponderEliminarGracias Daryus, es un goce leerlo. Saludos...
amo... amor... amante.... exclava a mis pies, descalzos...
ResponderEliminarevocador.
Gracias
Tus letras describen sublimes sentimientos que se enredan a tu piel como si fueran las caricias de sus manos.
ResponderEliminarMe elegro haberte descubierto. Enhorabuena por tu blog.
Besos.
Lunna.
Me alegra que sienta evocadoras mis palabras y me placen las suyas!
ResponderEliminarGracias Carlitos...
Lunna, representa un placer y un honor tu visita a mi rinconcito húmedo y con sabor a mar... Gracias!
ResponderEliminarUn abrazo salado...