Fuiste el agua...

Fuiste el agua Señor, 

agua para mi sedienta boca,

agua que avanza 

sobre las playas, presurosa,

agua de manantial 

vertiendo entre las rocas,

agua internándose 

en mis bahías como aurora...

Fuiste fogonazo de luces 

y marea torrentosa,

ola de terribles deseos 

y vuelo de gaviotas,

incendio vivo 

en mi piel temblorosa,

y una irradiación 

potente y monstruosa ...

Me sentí como una flor 

ante tu belleza roja,

como el eco de tu voz 

transformado en rosa,

como tu deseada sed 

inundando mi boca,

y como tu esclava,

 tu necesidad y tu obra...

Me sentí feliz 

 lamiendo tu alfombra.

en tu gran reino,

que guarda tus horas,

como la planicie verde 

por donde atesoras,

como la pieza especial 

y única, que forjas...

Me arrancaste 

con tu presencia sola,

como lo hiciste 

con cada una de mis ropas,

la ofrenda más transparente, 

húmeda, ávida y sabrosa, 

renacida de mi negra 

y angustiada sombra...

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Fuiste el agua mi Señor, 

el Monarca y el Rey,

soy tu silla, tu cántaro 

y tu eterna alforja,

tu súbdita, tu vasalla, 

tu sierva, tu cautiva,

feliz de amor, orgullosa 

y bendita por tus sogas...

ålgåmå®înå

marzo de 2006

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