El
carrusel de la vida nos puso a prueba,
de tu
vida y de mi vida, de nuestra vida,
serpentinas
de tiempos y de espacios,
mientras
nuestros corazones ardían...
Aureolas
de brillos incandescentes,
transitaban
las calles y avenidas,
vos
buscándome y yo rastreándote,
con mi olfato de perra perdida...
No fue
fatídico el desencuentro,
sino que
avivó la llama encendida,
no fue
posible nuestro abrazo,
pero se
estrujaron las almas unidas...
El
carrusel de la vida nos puso a prueba,
de tu
vida y de mi vida, de nuestra vida,
hubo ecos
en medio de la muchedumbre,
de
inmateriales campanas que tañían...
ålgåmå®înå
junio de 2006